miércoles, 6 de julio de 2016

LA MAESTRA ANIMAL

Hace alrededor de tres años Pablo, Lucía y yo pasabamos en coche un sábado por la tarde en dirección a mi casa.

A la distancia, logré ver un perro muy hermoso persiguiendo a un señor de aspecto muy humilde.

Le dije: "Pablo, esa perra está asustando a ese señor", a lo que Pablo respondió: "No, para nada, esa perra es de ese señor".

Mi corazón comenzó a girar sobre su propio eje y le dije: "Párate que voy a bajarme a ver".

Para cuando me bajé el señor había tomado un microbus y la perra transitaba lentamente en dirección a un vertedero de basura.

Caminé siguiéndola hasta que estuve muy cerca y entonces me hinqué y le dije: "¿Qué haces aquí?.

Ella se acercó a mí, me olfateó completa y después se paró sobre las dos patas traseras confinándome un grandísimo abrazo con las patas delanteras, su morra, practicamente, se hundió en mi cuello.

En un segundo, ese animal y yo fuimos uno.

Se asomó una señora por su ventana, le pregunté: ¿Es suya? a lo que la señora respondió: "No y ¿sabe qué? si puede, llévesela porque tiene 10 días viniéndo a comer basura".

La cargué y la subí a mi coche.
Desde ese día Bonifacia (así la nombramos) se ha ido convirtiéndo poco a poco, en nuestras mañanas, nuestras tardes y nuestras noches.
Ella pertenece a una raza de nombre "Pastor ganadero australiano" y he generado una historia alrededor de nuestro encuentro.

Bonifacia sufre, constantemente, de ataques de angustia (asunto que varios que han ido a mi casa pueden confirmar gracias a sus mordidas) y asumo que su otra familia no pudo más.

A veces, ante algo así de retador, nos rendimos.
En estos años he aprendido que el verdadero amor, tiene dos características fundamentales:

1. No se agota
2. No se rinde

Cuando mi paciencia se ha drenado (cosa que es del ego) llamo a mi madre, le cuento el mal, mal día que Bonifacia nos hizo vivir (cosa que es del ego también)  y después regreso a ella con la certeza de que encontraremos la paz que tanto anhela (cosa que es del Alma).

Si ustedes transitan una experiencia difícil en relación a ustedes mismos o a otro, porfavor recuerden separar, concientemente, los actos que nacen del ego y los actos que son del Alma.

Es normal tener ego!!! (somos humanos), el chiste sería no engancharse en el, poderse sacudirse el sentido de drama y ver brillar la luz, otra vez. (Y hacerlo así, las veces que sean necesarias durante un día, y tomarlo un día a la vez).

Yo, en Bonifacia tengo una gran Maestra.

Ustedes en quién?

Que sus pasos los derramen a sus pies.
M.

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