jueves, 19 de noviembre de 2015

SANA TIERRA, SANA...

Somos muchos viviendo en esta esfera caliente y húmeda llamada Tierra.
Somos muchos miles de millones.

Sigo sin comprender por qué el interés de unos cuantos impacta a todos...
Quizá si tan sólo esos cuantos supieran reconocer el grandísimo daño que hacen, entonces no lo harían.

Quizá, no han reconocido que existe una ley perfecta y santísima que se llama karma y que todo lo ve.

Quizá, se encuentran tan alienados dentro de su ser que han olvidado lo más sagrado que tenemos que es la comunión con otros.

No escribo hoy para juzgar a nadie.
Cada quien puede y debe hacer exactamente lo que está haciendo.
Sólo, me uno al llamado global por la Paz, la rendición, el Amor.

Lanzo esta plegaria al Cielo, en forma de letras para que nos envíen la fuerza y el sostén necesario para, como raza, transitar los cambios que se vienen encima.

Hagamos cada uno de los que están conscientes, un acto de amor profundo y oremos por aquellos que siguen durmiendo, por los que aún viven en ilusión.

Que mi plegaria sea oída y el mundo que herede mi hija sea uno de puro Amor.

Sanemos, cada uno de nosotros, los vínculos más próximos a nosotros. Amemos, profundamente a los seres que nos rodean.  Respetemos las señales de tránsito, cuidemos el agua, inculquemos valores a nuestros pequeños, medianos y grandes hijos.

Perseveremos en ser cada vez mejores, en no juzgarnos. 
Intentemos conocer la verdadera paz que es además la única paz que existe: la paz con nosotros mismos.

Sat Nam.
M.