sábado, 24 de agosto de 2013

MI CASA NUEVA

Una nueva era comenzó no sólo en mi interior sino en todo lo que me rodea.

La Tierra, manifiesta en el exterior nuestras sensaciones más íntimas.
Convierte en realidad física nuestros sentimientos, nuestros pensamientos y nos los entrega en las manos.

Yo sólo quería una casa.

Yo sólo quería reconstruirme.  Fundar cimientos en mi propia persona.  Desde el espíritu.

Cerré los ojos y el corazón.

Me convertí, por primera vez en vida, en un capullo.

He estado todo este tiempo sin escribir en el exhilio de mi propio capullo.
Descansé mi cansado ánimo, mi cansado cuerpo y mi cansado Ser, en la serenísima paz de la existencia misma; arrullada por la melodía de la voz de Lucía, mi amada hija, embelesada con la belleza de los ojos de Pablo, mi esposo, asombrada con la incondicionalidad de Tatiana, mi amiga; Salpicada de la frescura de Jose, mi eterna compañera, amada infinitamente por mi perro, Ceniciento.
Divertida con la belleza salvaje de Houdini, mi conejo.

Me deje llevar por la vida, sin intentar controlar nada ya, ¿para qué?
Todo estaba perdido.

La casa donde vivíamos se había quedado atrás.

Un tiempo después, sentí algo que me empezó a incomodar en mi letargo (era el llamado del Sol que ardía en los ojos) fue inevitable despertar.

Mi sorpresa fue enorme:  en mi descanso en el Universo, Logré construir una casa!

Una casa de concreto y ladrillo, sólida como pocas que vi.
Hermosa como casi ninguna.  
Logré construir una casa que es patrimonio de Lucía y orgullo de Pablo.
Logré construir una casa que habitar con los seres que amo y  me aman a mí.
Una casa feliz y soleada.  Rodeada de árboles y de vida. Una casa cerca del trabajo y la escuela, cerca del super, cerca del banco, cerca de la farmacia y de la abarrotería.

Mi sueño esta completo.
Llegue, así, flotando, a mi realidad.


1 comentario:

  1. Querida Marcela: Que bella reflexión y ¡Enhorabuena! Las bendiciones siempre te rodearán. Un beso y un abrazo lleno de luz y amor!!!

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