Siendo el país con el índice de obesidad infantil más alto del mundo, como padres, como maestros, como individuos tenemos la gran responsabilidad de conocer como es que, en estos tiempos -modernos- logran, los países desarrollados darnos de "comer" (si es que se le puede decir asi).
Siempre pensé que el movimiento orgánico era hipster. Veía a las personas que pregonan la comida orgánica como gente -un poco loca-.
Sin embargo, varias veces me pregunté por qué hay cada vez mayores índices de cáncer infantil y juvenil. Llegando siempre a la conclusión de que, la respuesta estaba en el medio ambiente.
Yo le atribuí, por muchos años, las enfermedades a la calidad del aire, la calidad de vida.
Debo reconocer que, me equivoqué!
Mi abuela decía : Marce, por la boca muere el pez...
Yo creía que se refería a que soy muy malhablada y a veces, digo cosas que no debo o ni siquiera quería decir...
Hoy entiendo una nueva faceta de ese viejo dicho:
Lo que llevas a tu boca, aún creyendo que es saludable... probablemente, no lo sea.
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| pollo normal vs hormonado |
Es decir, no es sólo no atrancarse de cheetos y comida chatarra sino, al elegir manzanas, tomates, papas, elegir aquellas de tamaño normal, nunca las enormísimas... que provengan de chile, colombia, perú, méxico, países en vías de desarrollo.
USA: oh mi dios!
Comprar huevo orgánico, cereales orgánicos, leche de vaca de marcas no tan comunes como la de rancho, la bové.
Pasar corriendo y sin mirar por el área de congelados.
Tomar el pan de -caja- de la panadería del súper, hacer a un lado el de marca comercial.
Es momento de meditar, en lo que hacemos por nosotros mismos y frenar el ritmo para poner atención.
Quizá, si todos lo hacemos, esta pandemia de comida artificial algún día termine y la salud de la humanidad regrese a nuestras casas.
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