Corría el año 2008, al centro de la plancha de la Catedral de la Ciudad de México yacía inmensa una carpa que albergaba el "Museo Nómada", miles de personas estábamos formadas ahí desde las 6, 7, 8 de la mañana...
Todos estábamos esperando ya que, sabíamos que este museo, al abrir sus puertas, nos revelaría imágenes de el muy platicado "hipnotizador de animales"...
Poco imaginé que, al entrar en el recinto, mi corazón se subiría a mis dos ojos hipnotizado por la belleza de lo que me rodeaba...
Era evidente que la línea que nos separa de los animales se había perdido.
En esos videos, Todos eran lo Mismo.
Eran Energía vibrante y amorosa, danzando vibrante y amorosamente hacia la Nada, hacia el Todo.
Todos eran Dios.
Y hechizados ante su trance nos encontrábamos más de 10 mil espectadores...
Eran los niños Buda y Buda en los animales.
Era la voz inmutable del Viento.
Eran la Arena y el Sol.
Y algodón.
Su creador se llama "Gregory Colbert" y es un cineasta y fotografo oriundo de Canadá que, tiene un secreto: El sabe hablar con los animales, el puede hacer que los animales dancen con él..
Ha sido amado y criticado, se han atrevido a afirmar que, son foto-montajes, que photo-shop es su aliado no.1...
Lo cierto es, que no han podido comprobar nada...
Lo cierto es, que, al espectador puro de corazón, poco le importa como es que, Gregory Colbert logró esta danza con los animales...
Lo cierto es, que, al espectador puro de corazón, lo que le asombra es que, esa línea, en algún momento de la historia moderna, se haya roto...
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