El nombre jade se refiere a dos minerales: la jadeíta y la nefrita.
Las culturas china y mesopotámica lo utilizaron para fabricar utensilios y ofrendas por su dureza natural, que en ese momento era la más poderosa descubierta (pasaron siglos antes de conocer el diamante).
Para los chinos, el jade es el esperma seco de un dragón.
Ayurveda echa mano de la gemología para curar ciertas afecciones y también proferir protección.
En este sentido, el jade, es considerado un portador de buena salud en general ya que, aumenta las defensas del sistema inmunológico (si lo usamos como pendiente en el cuello), alivia los dolores provocados por afecciones renales (si se utiliza como anillo), atrae la buena suerte (si se utiliza como pulsera), acerca el amor (si se tiene una mariposa tallada en jade) y también favorece la sabiduría (que es el buen uso del conocimiento).
La manera de que el jade nos provea de sabiduría es, recostándonos boca arriba para meditar y dejándo durante la meditación una piedra de jade en nuestra frente (lugar donde se sitúa el tercer ojo) para que la energía expansiva del jade nos conecte con el Todo.
También es muy utilizado en jardinería, enterrar una piedrita de jade en las cuatro esquinas de nuestro jardín o terraza, protegerá a nuestras plantas de plagas y podredumbre.
El jade también es un poderoso atrayente del dinero, ya que, su energía radiante es abundante por naturaleza..
Hoy en día hay muchas tiendas de gemas (p.ej. mineralia) en donde podemos conseguir este tipo de minerales para hacer con ellos algo a la medida de nuestras necesidades.
Suerte, suerte, hoy y siempre!!
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