sábado, 22 de marzo de 2014

LAO TSE: el rey del Tao

Poco sabemos de él.  Es un nombre envuelto en lo místico, lo legendario y lo real.
Quizá, su intención de jamás ponerse al frente del movimiento que encauzó (el taoísmo) fue intencional.  Jamás pensaría un hombre de su talla que su persona fuese más importante que el mensaje.

Sabemos que nació en el año 604 a.C en el estado de Chu,  al sur de China y que provenía de una familia campesina.

¿Qué es el Tao?

Me parece que la mejor definición del Tao que encontré hasta hoy es la del pensador Luis Rutiaga Cárdenas quien dijo:

"Es el Tao, el que susurra en las hojas de los árboles cuando son mecidas por el viento; es el Tao el que canta en los dulces trinos de los pájaros; es el Tao el que murmura en el suave barboteo de las fuentes; es el Tao el que mora en la majestuosidad de las altas cumbres y en la desolación de los desiertos.

Es el Tao, el que se asoma, fresco y maravillado, en el incipiente brote del bambú.

Es el Tao, insondable y profundo, el que nos revela el camino hacia la fuente original de la Vida.

Es el Tao, manantial inagotable de sabiduría, la palabra que enseña y da a conocer.

Es el Tao una forma de vida, una manera de ser y de actuar, un modo diferente de ver la realidad y de estar en el mundo.  Una senda espiritual que nos pone en contacto con las más hondas raíces, haciendo posible que logremos la armonía, la libertad, la felicidad y la plenitud.

Es el Tao el camino de la Verdad, un camino en que el hombre se hace uno con la Verdad Suprema.

ES el Tao la gota de rocío y la tormenta; es el Tao una suave brisa o el vendaval; es el Tao, aquel escondido sendero que debemos recorrer."


¿Dónde encontramos o dónde conocer más acerca del Tao?

De inicio, en el "Tao Te King".  Libro virtuoso del Té y el Tao conformado por 81 versículos de los cuales 37 son enseñanzas sobre el Tao y la mente, el espíritu y 44 sobre cómo poner en práctica estas enseñanzas en nuestra vida diaria, en la educación de nuestros hijos, en nuestro Gobierno.

El tiempo pasa inmutable sobre estas letras.

Su sabiduría es inmune al tiempo, las estaciones, la geografía y hasta el contexto donde se lea.

Les deseo mucha iluminación en su camino y que, descubran, en esta lectura, la respuesta a sus más intimas preguntas.

M.

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