viernes, 10 de enero de 2014

A TODA VELOCIDAD...

Michael Schumacher
Michael Schumacher nació el 03 de enero de 1969 en Hürt Alemania.

Su padre, Rolph Shumacher era albañil y su madre, Elisabeth era ama de casa.
A los cuatro años de edad, su padre modificó su triciclo y le adaptó un motor de gasolina.




El primer auto de Schumacher


Las primeras carreras que el 7 veces campeón de Fórmula 1 emprendería fueron a  bordo de este vehículo!

A los seis años, ya corría en la pista de go-karts local ganándole por mucho a los otros competidores de entre 14 y 16 años de edad.   Siendo en Alemania legal correr go-karts a la edad de 14 años, sus padres y él tuvieron que esperar hasta que cumpliera 12 años y tramitar su primer licencia en Luxemburgo.

Dejó la escuela, comenzó a estudiar mecánica.  Siguió ganando torneos de go-kart.

Un joven Schumacher


Inició en las pistas oficiales en la Fórmula Ford alemana.

Ganando.
Ganando.
Ganando.

El auto de la victoria en 1990


Después ingresó a la Fórmula 3 ganando el circuito en 1989.  Se unió al programa de jóvenes corredores de Mercedes Benz, ganó en 1990 en el Autódromo Hermanos Rodríguez y de ahí el salto a Fórmula Uno iniciando en la escudería de Bennetton y finalmente, en la escudería Ferrari. (Sus ingenieros lo siguieron a Ferrari).

Se ganó el apodo "El rey de la lluvia" (Regenmeister) ya que, en condiciones de lluvia, era cuando Schumacher probaba al Mundo ser el mejor entre mejores...

A lo largo de su carrera y en su jubilación fue embajador de la UNESCO y derramó millones de dólares en caridad para niños en Africa.

Se le considera uno de los pilotos de carreras más importantes de la historia.

Hoy, quise escribir de él porque, a pesar de ser mujer y no estar muy involucrada en el mundo de la Fórmula Uno su nombre sonó una y otra vez en mi casa al abrir un periódico.

Su nombre retumbaba en la cocina cuando mi padre o mi esposo hablaban de hombres geniales.

El accidente que sufrió en diciembre de 2013 (mientras esquiaba en los Alpes Franceses) y que hoy lo tiene en un hospital, con un coma inducido, me cimbró.

Me remarcó, una vez más, como, la vida es una.

Para las super estrellas y los mortales.  La vida es esta y no otra.  Para los súper dotados y para los normales.

Schumacher representa una vida vivida intensamente, rápidamente.

Trato de pensar en qué lo llevo a salirse de la pista de esquiar.  Tal vez extrañaba la adrenalina...

Lo que sea que haya puesto a este gran corredor de Fórmula Uno en un estado tan crítico debe encerrar una valiosa lección para nosotros:

Debemos vivir felices, en lo que nos toca vivir, cómo nos toca vivir.
La vida, nadie, la tiene comprada.
Vivamos, lo mejor que podamos...
Pidamos por él, para que todo sea para bien.


Siempre te recordaré ahí.. en tu paraíso.

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