sábado, 2 de febrero de 2013

ayuda! AYUDA!

AUXILIOOO, grité... desde lo más profundo de mi Ser, auxiliooo he gritado cientos de veces sin articular palabra...

A veces, la vida decide "colapsar" un momento las circunstancias, llenarnos de nudos y complicaciones.

Este último mes ha sido caótico:  he vivido circunstancias como que mi casa se inundó, el dinero que me deben no ha llegado, uno de mis ingresos más importantes decidió dejar de venir, el centro de lavado dejó de funcionar, me quedé sin teléfono ni internet y además mi lavavajillas tosió como viejillo fumador y no prende.

El miércoles que fue el "clímax" del declive me sentí muy desesperada, aunque todo tiene que ver con el mundo material, que agotadora situación el no poder empezar a arreglar una cosa porque hay otra jodida!

Ayer antes de acostarme, tomé uno de mis libros de Tankas al Buda y me visualicé, en paz, tranquila.

Sin perturbarme porque hoy tengo menos dinero que ayer, o porque mis electrodomésticos entraron en huelga...

Me imaginé, desde mi corazón, que todo esto es una oportunidad.

Una oportunidad de dar gracias por lo abundante que he sido estos últimos años, lo productiva y útil que soy en mis múltiples trabajos.

Me tomé un momento para agradecerme todos mis esfuerzos porque mi casa sea un lugar mágico, mi templo.

Pensé que es hora de volver a comenzar, sin tomar todo por sentado.

Un día a la vez.  Desde la humildad.

Quizá, me estaba olvidando que yo no nací con lavavajillas pegada al culo.

Buda siempre me sopla en el oído y me regresa la fuerza, la fe.

¿Qué sería de mí sin fe?

Hoy, sábado 2 de febrero, me desperté y sonó el teléfono:

¿cómo si no sirve el teléfono?

SEÑORITA HABLAMOS DE TELMEX

¿YA TIENE INTERNET?

      Mi fe ha vuelto!!!


Namaste.






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