domingo, 22 de junio de 2014

VENCIENDO AL ENEMIGO

Cada día hay un aprendizaje nuevo.
Cuando entendemos que cada día que estamos aquí es un regalo.

La psicología y las ciencias de la mente siempre han descrito al ego.
Es una palabra que está alrededor de nosotros casi todo el tiempo; sin embargo, ¿saben realmente qué es el ego y adónde nos lleva?

Al parecer estos meses sin escribir me han llevado a conocer mi ego, detectarlo en casi todo lo que hago y empezar una tenue lucha cotidiana contra el.

El ego es esa segunda voz que vive dentro de nosotros mismos.

Para hallarlo, primero debemos de comprender que, la primera voz es nuestro verdadero Yo, nuestro Ser interior.

Nuestro Ser interior dice cosas como: "estoy satisfecho", "te amo mamá, papá, esposo/a, primos, etc...",
"que bonito día", "me siento pleno".

Nuestro ego dice cosas como: "me urge un cigarro", "me encantaría regresarme a la casa a dormir", "me veo horrible y estoy gorda", "lo, la odio", "que día horrible"...

Desgraciadamente, el ego es una voz tan poderosa y tan molesta, que en general, nos vuelve reactivos.

¿Qué significa reactivos? Significa que prendemos el cigarro, le mentamos la madre a la persona que se nos cerró en el periférico, nos comemos un brownie y helado, compramos compulsivamente ropa, accesorios, bla bla...

Así que, vamos por la vida siendo reactivos y satisfaciendo las necesidades de nuestro ego, y por supuesto, chocando con los egos de los demás.

Suena terrible ¿no?

No sólo suena terrible, es terrible.  Pero y ¿qué podemos hacer para no caer en la trampa?

Bueno pues primero tenemos que reconocer que esa voz dentro de nosotros no somos nosotros sino él.

Segundo, debemos no prestarle tanta atención, si el ego nos dice "quiero un cigarro", debemos resistir la tentación y no ceder.

Ya sé que suena casi imposible, pero créanme que con el tiempo es más fácil de lo que parece.

El camino de la "resistencia" al ego que es exactamente este planteamiento que les hago nos lleva a vivir una vida no sólo más sana, ligera y sencilla sino que además abre hermosas puertas para nuestra Alma quien tomará dentro de nuestra energía ese puesto que en realidad le corresponde que es  ser la primera voz en nuestra mente y podremos en verdad ayudar al mundo y a nuestros semejantes.

Esto, es lo que Buda espera de nosotros.